dualidad
Dualidad Resina acrílica y cera. 68 x 30 x 23 cm.
¿Qué supone la naturaleza dual del ser humano? ¿Se encierra en nuestro interior una parte espiritual y otra material, una parte de luz y otra de sombra, luchando por encontrar el equilibrio hasta encajar como piezas de un puzle, formando un todo perfecto?
Estamos continuamente librando una batalla interior, en conflicto con nosotros mismos y, aunque esos dos mundos deberían, por naturaleza, repelerse, siempre buscaremos su unión, de tal manera que logremos la esencia de nuestro propio ser, esa identidad que nos define como seres duales y, en muchas ocasiones, contradictorios.
Se nos muestra que somos un alma encerrada en un cuerpo y este está cegado por la oscuridad de la ignorancia, aunque siempre hay ciertos destellos de luz que nos hacen despertar, salir de la “caverna” y crecer espiritualmente, llenarnos de sabiduría y aceptar nuestro ser. El camino no es fácil.
La obra refleja un cuerpo fragmentado, pero recompuesto, en el que el propio material da vida, la fibra de vidrio iluminada semeja el sistema circulatorio, aportando carácter a la obra; se produce una simbiosis entre forma y discurso, abierto a la sensibilidad del espectador.
Se presentan dos piezas que funcionan tanto juntas como por separado ofreciendo varios significados.
Obra en varias fases: Oscuridad: interior de la caverna, ignorancia, ceguera, atrapados en las sombras, alegoría de lo oculto, lo olvidado, los miedos, lo que uno no quiere ver. Las caras de cera negra.
Despertar: camino, inquietud, aprendizaje, identificación de la realidad humana con el cuerpo. El camino que recorren las caras, un despliegue de dudas, indecisiones, inseguridades. Representación autobiográfica.
Iluminación: descubrimiento, liberación moral e intelectual del alma de las ataduras y limitaciones ofrecidas por el mundo sensible, conocimiento. Busto quebrado pero libre, iluminado, la esencia de la vida.




